¡Ostras! Y yo ¿qué piel tengo?

Tras varios años siguiendo a youtubers de belleza, los conceptos de 'piel normal, seca, mixta o grasa' se han convertido en aliados a la hora de entender "¿por qué narices a mí no me queda el maquillaje igual que a ella?"

Uno de los primeros errores que cometí cuando comencé a maquillarme fue desconocer qué tipo de piel tenía y comprar la primera base de maquillaje que encontraba. ¿Consecuencias? Varias. La primera, la generación excesiva de brillos en el rostro y, la segunda más inmediata, el llamado 'efecto máscara', es decir, escoger un tono con el fin de erradicar mi palidez natural y acabar convertida en una naranja andante.

Para resolver el primer problema y elegir los productos que más te convienen, más allá de la base de maquillaje, existe un truco 'fácil, rápido y para toda la familia' que dirían en el ya mítico programa 'Bricomania': lávate la cara con agua, espera unos segundos y presta atención a lo que le pasa a tu piel minutos después...
  • ¿Notas que la piel se tensa y sientes algo de tirantez?
    Tienes la piel seca.
  • ¿Te brilla el rostro cual bombilla y va aumentando con el tiempo?
    No lo dudes, piel grasa.
  • ¿Esos brillos afectan solo a la 'zona T' (frente y nariz)?
    Con toda probabilidad, piel mixta.
  • ¿No pasa nada?
    Vaya, felicidades, la tienes normal.
"Bien, y ahora que lo sé ¿qué?" Dependiendo de tu tipo de piel vas a tener unas necesidades u otras respecto a productos e ingredientes pero hablemos antes de la hidratación. Hemos dicho que existen cuatro tipos de pieles pero todas ellas pueden, además, estar deshidratadas o no.

“¿Y cómo sé si está deshidratada?” Por la sensación de tirantez que aparece en el rostro y/o la generación de un exceso de brillos.

“Pero ¿esos no son los síntomas de las pieles secas, mixtas y grasas?” Así es. La diferencia está en que los brillos que generan las pieles grasas se acentúan aún más, del mismo modo que lo hace la sensación de tirantez en la piel seca, mientras que en las pieles normales puede aparecer estos síntomas y en el de las pieles mixtas pueden combinarse ambos efectos. 

“¡Oye! ¿Y cómo diferencio una piel seca de una piel mixta deshidratada?” Aunque en ambas se percibe tirantez, el cuándo se produce dicha sensación es clave. Así, mientras que en las secas puede repetirse varias veces al día (lo cual requiere que sea rehidratada con una crema o ‘mist’, si se está maquillada), en el caso de las mixtas deshidratadas suele bastar con usar productos que hidraten, sin necesidad de reaplicar nada.

“¿Entonces una piel seca no puede estar deshidratada?” Puede, pero es difícil distinguir los síntomas porque son prácticamente los mismos, más allá de la tirantez. Lo importante es que el tratamiento es el mismo para ambos casos: hidratar bien la piel con productos con base oleosa y que le aporten lípidos.

 “¿Y en el caso de una piel grasa o mixta?” Mientras las secas requieren aceites, las pieles mixtas o grasas necesitarán productos con base acuosa. De hecho, de no usar los productos correctos, podrían obstruirse los poros y/o aparecer granos y brillos indeseados.

“Por tanto, ¿una piel mixta o grasa ultrahidratada no brillará?” No, dado que es su tendencia natural, pero será más fácil controlarlos. 

"Y ¿qué pasa con los productos astringentes?" Un error común es pensar que lo que hacen es resecar la piel, debido al efecto inmediato que producen en la misma, una vez aplicados. Dichos productos, bien formulados, siempre hidratan, aunque son enemigos de las pieles secas dado que contienen componentes que ayudan a reducir la generación de grasa en la piel. 

Otro mito es creer que solo una crema ayudará con este proceso. Y es que desde los alimentos que tomas, hasta la cantidad de agua que bebes al día, pasando por los productos que vayas a usar, contribuirán a ello. De este modo, tanto el jabón que usas para lavarte la cara, el desmaquillante que empleas o la base de maquillaje que aplicas también forman parte de ese grupo de productos que favorecerán a la hidratación de la piel, siempre y cuando contengan ingredientes que lo promuevan. 

"¡Co** qué complicado!" Nada de eso. La clave está en adoptar una rutina con los productos adecuados. ¿Y qué productos son esos? Pasemos al capítulo de los 10 pasos de la rutina coreana.

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